El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 de las Naciones Unidas sitúa la producción y el consumo responsables en el centro del desarrollo sostenible, y pide a las organizaciones que utilicen los recursos naturales de forma eficiente, que apliquen una gestión de residuos respetuosa con el medio ambiente, así como que prevengan y reduzcan los residuos mediante la reutilización y el reciclaje. Junto con el aumento previsto en la generación de residuos en todo el mundo, la ONU señala los impactos críticos en el medio ambiente, la sociedad y la salud humana de los flujos de residuos específicos como plásticos, residuos de alimentos y residuos electrónicos. Hasta hace poco, los informes de sostenibilidad se centraban intensamente en la fase de producción y en los efectos medioambientales directos, más que en la fase de fin de vida o en los efectos indirectos relacionados con la producción y el uso de bienes y servicios. Para reflejar esta evolución y garantizar que las normas GRI sigan representando las mejores prácticas acordadas a nivel internacional, el Consejo de Normas de Sostenibilidad Global (GSSB) ha decidido actualizar las divulgaciones relacionadas con los residuos en GRI 306 (2020). Arne fue miembro del respectivo grupo de trabajo del proyecto desde 2018 hasta 2020, cuando la nueva norma se lanzó con éxito.